"QUEREMOS TANTO A GLENDA"
Mi hermana entró en mi habitación y dejó caer sobre mi mesa con un ruido sordo un pequeño libro:
-“Creo que deberías leer esto” –dijo quedamente-.
-“ ¿Qué es? –inquirí sin demasiado interés, alzando la vista de mis apuntes sobre los tiempos verbales ingleses.
Mi hermana me dirigió una mirada torva:
-“Algo que te resultará familiar. Tu léelo”- añadió misteriosamente antes de salir del cuarto-.
Tomé el libro entre mis manos: “Queremos tanto a Glenda”, de Julio Cortázar.
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salia -
pivis -